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Nov 6, 2024
HomeConciencias DespiertasNuestro PlanetaSylvia Earle: la Dama de las Profundidades

Sylvia Earle: la Dama de las Profundidades

La conciencia de mares y océanos

La científica americana Sylvia Earle (Gibbstown, Nueva Jersey, EE.UU., 30 de agosto de 1935)  lleva más de medio siglo luchando por concienciar sobre la necesidad de salvaguardar mares y océanos,  no solo porque son patrimonio de todos y un bien común, sino porque sus aguas sustentan la vida.

Con un impresionante curriculum como oceanógrafa, investigadora, gestora y docente, Sylvia A. Earle, conocida como la «dama de las profundidades«, ha dedicado su vida a la exploración e investigación de los fondos marinos y a la conservación de los océanos.

Su labor y trayectoria profesional, ligada totalmente a la personal,  ha sido recientemente reconocida con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2018.

Sylvia Earle, imagen recogida en robsrolexchronicle.blogspot.com

Sylvia Earle, imagen recogida en robsrolexchronicle.blogspot.com

Durante su discurso, Sylvia Earle insistió nuevamente de la importancia del mar: “… El océano es el motor del clima y las condiciones meteorológicas. Genera la mayor parte del oxígeno en la atmósfera y es el hogar de la mayor parte de la vida en la tierra,  y los peligros que le acechan, entre los que se encuentra la sobrexplotación de la pesca.  A pesar de todas las alarmas, seguimos capturando fauna marina a una escala sin precedentes,  causando una reducción de alrededor del noventa por ciento de muchas especies. “Sin azul, no hay verde. Sin océano, no hay vida. El océano tiene problemas, y por lo tanto, nosotros también.”

 

“Nunca antes habíamos podido saber lo que se sabe ahora sobre nuestra dependencia absoluta del mundo natural para hacer posible nuestra existencia. Nunca más habrá una oportunidad mejor para actuar, ahora que todavía estamos a tiempo” Sylvia Earle. 

 

 

 

 

Una vida consagrada al agua

Sylvia Earle realizó su primera inmersión con diecisiete años, cuenta con más de 7000 horas de buceo dedicado a la investigación y aún hoy, a sus 87, sigue en activo.

En 1970 fue pionera en liderar el primer equipo de mujeres aquanautas,  y durante 2 semanas  vivieron a 18 metros de profundidad en las Islas Vírgenes. “… Pasamos más tiempo nosotras bajo el agua que los astronautas en la Luna”.

En 1998 se convirtió en la primera mujer en recibir la distinción de “Héroe del Planeta” que concede la revista Time. Para entonces, Sylvia Earle ya poseía el récord de inmersión en solitario a 1.000 metros de profundidad.

El  último proyecto en el que ésta infatigable mujer está inmersa es el llamado “Mission Blue”, una iniciativa global donde no solo participan organizaciones y grupos de apoyo, sino empresas privadas y equipos de investigación.  Su objetivo sigue siendo  proteger los mares reduciendo el impacto de la frenética actividad pesquera, y promover la creación de espacios protegidos .

Inspirado en la vida y trayectoria de ésta científica y luchadora incansable,  surge el documental que lleva el mismo nombre: Mission Blue. Dirigido por Robert Nixon y Fisher Stevens, la producción ganó el Premio Emmy 2015   News & Documentary.

El documental, en formato largo, se encuentra en el portal de Netflix.

 

 

 

Importancia de las aguas.

Es incuestionable la importancia que los océanos tienen para la vida en la tierra ya que constituyen el 70% de la superficie terrestre y contienen el 97% de la totalidad del agua de nuestro planeta (el 3% restante se concentra en los polos) lo que les hace indispensables para la vida animal y vegetal.

Nuestros océanos son reguladores térmicos ya que absorben grandes cantidades de CO2 así como el exceso de calor del planeta, al tiempo que producen la mayor parte del oxígeno que respiramos. Suponen además un recurso energético en sí mismo por su capacidad de generar energía renovable como es la Energía Hidráulica.

 

 

Imagen recogida en la web geoinnova.org

Imagen recogida en la web geoinnova.org

 

 

La salud de los mares: nuestra responsabilidad.

La degradación de los mares se ha incrementado  en los últimos años como resultado de la actividad humana: pesca excesiva, contaminación, y emisiones de gases nocivos.

Sin embargo, una de las mayores preocupaciones que existe en la actualidad son las toneladas de plásticos que inundan los océanos, un verdadero problema para la salud de las aguas de todo el planeta. Por su composición, el plástico no sólo libera sustancias tóxicas en su proceso de descomposición, sino que aniquila la vida marina.

La posición privilegiada de la que disfruta España, con sus más de 11mil km de costas, exige responsabilidad con uno de nuestros mayores activos.  La Organización de Consumidores y Usuarios de nuestro país (OCU)  revela un dato alarmante: que el 68% de los alimentos analizados contiene microplásticos.

Las alarmas saltaron,  y el Día Mundial del Medio Ambiente proclamó  para este año el lemaRompe con el plástico”.

En un tiempo en el que se consume energías renovables y conocemos sus ventajas, tanto para la salud el planeta como para toda la vida que en él habita, y al margen del beneficio económico que supone para el consumidor, conviene seguir reflexionando sobre el persistente interés de los Estados en el consumo del petróleo y sus derivados.

El plástico surgió en 1860 tratando de sustituir el marfil utilizado en las bolas de billar. A partir de ahí, nace la industria del plástico consumiendo el 6% del petróleo que se refina.

El polieliteno, el plástico más común, es utilizado por vez primera por los militares británicos en 1933 durante la Segunda Guerra Mundial.  En 1965 los suecos lanzan la primera bolsa de polietileno de una sola pieza. En 1979 las bolsas de plástico se introducen en el consumo habitual, siendo la industria americana quien abastece el 80% del mercado europeo. A finales de la década de los ochenta la bolsa de plástico reemplaza por completo a la bolsa de papel.

A consecuencia del nuevo material, de su utilización,  y sobre todo de la práctica en deshacernos de él, en 1997 el marino e investigador Charles Moore descubre la gran mancha del Pacífico que no era sino un gran cúmulo de desechos de plástico.

 

 

 

Imagen recogida en la web geoinnova.org

Imagen recogida en la web geoinnova.org.