El Cosmos es un término griego que significa “orden, armonía y belleza”, se trata de un espacio en el que cada elemento ocupa su lugar.
Cuando la ciencia y la filosofía tratan de ofrecer una explicación a este orden y a las leyes que lo rigen, surge el concepto de Cosmovisión, y en
la cosmovisión científica del Cosmos participan tres disciplinas:
- La astronomía, que estudia las posiciones de los astros y las leyes que rigen sus movimientos,
- La cosmología, que define las leyes que explican el origen y el desarrollo del universo,
- y la física como ciencia fundamental para la comprensión del mismo.
El hombre, a lo largo de la historia, ha intentado entender y definir este espacio en el que habita ordenando este concepto de cosmovisión en tres áreas:
- La cosmovisión antigua, que recoge las propuestas de los primeros pensadores naturalistas surgidas en el siglo VI A.C. como fue Tales de Mileto,
- La moderna, que explica el mundo a partir de la revolución científica en los siglos XVI y XVII con Galileo Galilei o el propio Isaac Newton,
- y la cosmovisión actual basada en la mecánica cuántica que estudia el movimiento de las partículas muy pequeñas, o micro objetos, establecida en 1924 junto a la teoría que postula que los objetos son independientes al observador. Si además incorporamos la teoría de la relatividad que Albert Einstein formula en 1905, estamos ante el nuevo axioma de la física que invalida la propuesta de la física clásica de Newton.
Esta nueva Cosmovisión abre las puertas a conocimientos infinitos y a conceptos y realidades nuevas. Es entonces cuando el Universo en su conjunto deja de entenderse como un sistema estático y en reposo, para desvelarse como un orden en continuo proceso de expansión.
A partir de entonces la vía láctea ya no es la única galaxia en nuestro Universo, sino que se trata de una más de la inmensidad de ellas.
La física y la ciencia continúan observando la complejidad del Universo y del Cosmos a fin de comprender y desentrañar los misterios de la existencia.
En esta sección se abordan los asuntos relacionados con el Cosmos como el espacio que acoge a multitud de realidades, así como los ciclos naturales por los que se rige.
Estamos muy cerca de finalizar un movimiento cósmico que se produce cada veintiséis mil años. Se trata de un ciclo que afecta a toda nuestra galaxia provocando un proceso natural de apertura de conciencia y que los pueblos originarios, los místicos y maestros de todos los tiempos y culturas lo habían vaticinado. Todos ellos conocían la llegada de este periodo y su significado: el fin de un tiempo, de un modelo, de un sistema que acabaría para dar paso a un nuevo paradigma de relación entre todos los seres y toda la vida existente en nuestra galaxia.
En el Cosmos, como gran “contenedor” de realidades, existen tres grandes entidades cosmológicas: el Universo, el Multiverso (que contiene a todos los universos que existen en el espacio, en el tiempo y en la no materia) y el Omniverso, término acuñado por Alfred L. Webre, el que fuera Director Internacional del Instituto para la Cooperación en el Espacio de los Estados Unidos (ICIS) durante la administración del Presidente Jimmy Carter, quien lo define como …“la suma de todo el Multiverso más las civilizaciones inteligentes que lo habitan en dimensiones más elevadas y que poseen un gran desarrollo espiritual”.